Introducción
Todos
somos conscientes, en mayor o menor grado, de los peligros de la energía
nuclear. Los incidentes de Chernobyl y de Fukushima, por citar solamente los
más relevantes y recientes en la memoria, son un ejemplo claro.
Sin
embargo quizás no seamos conscientes de que absolutamente todo lo que nos
rodea, e incluso nosotros mismos, emite radiación, no siempre de origen
natural. Por ejemplo, las rocas de los cimientos de nuestras casas, el calcio
de nuestros huesos (sin contar con el estroncio-90 incorporado en nuestros
huesos debido a los ensayos nucleares atmosféricos), la radiación procedente
del Sol, los rayos cósmicos de nuestra galaxia, etc. Cada región y cada localidad,
dependiendo de la composición del subsuelo y de la latitud, tienen un fondo de
radiación. Los niveles de radiación medios de cada región de España pueden
consultarse en el mapa que proporciona el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Dichos niveles medios pueden venir afectados por circunstancias locales como,
por ejemplo, afloramientos de determinadas rocas o la altitud.
Existen,
además, fuentes adicionales de radiación a las que podemos estar sometidos y
que pueden afectar a nuestra salud. En este apartado pasaremos revista a
algunas de ellas.
La
radiación tiene la propiedad nada deseable, junto con otros tóxicos como el
plomo o el mercurio, de ser acumulativa. Asimismo, influye mucho la forma en
que el cuerpo la sufre. No es lo mismo ingerir o respirar una sustancia
radiactiva, que tocarla. En este último caso, basta con lavarse bien y lo más
rápido posible. Pero si se ingiere o respira, pasa más tiempo en contacto con
el organismo y, además, en el interior del mismo. Finalmente, existen distintos
tipos de radiación (alfa, beta, gamma, neutrones), unos más perjudiciales que
otros. Los más perjudiciales para los seres vivos se dice que tienen una eficacia biológica relativa
(EBR) más alta, a igualdad de energía.
Existen muchas WWW que proporcionan información detallada y precisa sobre los distintos tipos de radiación y sus efectos sobre la salud (ver, por ejemplo, la wikipedia inglesa). Baste decir que la radiación alfa (núcleos de helio) tiene una EBR alta (20) pero poco poder de penetración. Bastan unos pocos cm de aire para detenerlas. Por tanto, el problema de las sustacias radiactivas que emiten partículas alfa está en que se depositen en la piel, se ingieran o se respiren. La radiación beta (electrones) tiene una EBR de1 y una penetración algo mayor, aunque una hoja de metal no muy grueso las puede detener. Los rayos X y gamma (radiación electromagnética) también tienen una EBR de 1 y un poder de penetración muy grande, pueden atravesar varios cm de plomo o metros de hormigón. Los neutrones tienen una EBR de entre 2.3 (neutrones térmicos) y 10 (neutrones rápidos) y basatante poder de penetración. De ahí las "bombas de neutrones": el flujo de neutrones intensificado que producen esas armas nucleares provoca muchas más muertes por radiación a igualdad de potencia. El problema de los neutrones es que provocan la llamada "activación neutrónica": vuelven radiactivos los materiales sobre los que inciden. Eso incluye los mismos tejidos del cuerpo humano, de ahí que sean tremendamente lesivos. Finalmente, que un elemento no solamente produce un tipo de partícula. La producción de alfa o beta suele ir acompañada de gamma (para desexcitar el núcleo atómico que ha emitido un alfa o beta). Además, unos elementos radiactivos se transforman en otros cuando emiten alfa o beta y, el elemento resultante puede emitir otro tipo de radiación. Una buena explicación puede encontrarse en el CSN.
Partícula
|
EBR
|
Penetración
|
Fotón
X o gamma
|
1
|
Alta.
Pueden atravesar cm de plomo
|
Beta
(electrón)
|
1
|
Una
hoja de metal las detiene
|
Neutrón
térmico
|
2.3
|
Parecida
a los gamma
|
Neutrón
rápido
|
10
|
Parecida
a los gamma
|
Alfa
(núcleo de helio)
|
20
|
Se
detiene en cm de aire o una hoja de papel
|
Objetivos del estudio
En este blog vamos a estudiar tres aspectos de la radiación ionizante en nuestras vidas:
- La radiación UV del Sol. Compararemos las medidas de dos dosímetros de bolsillo que se venden por Internet con las medidas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)
- La radiación que se recibe en el interior de un avión en vuelo, debida a los rayos cósmicos, con respecto la que se recibe en tierra
- La concentración de Radón en un domicilio
Cada uno de estos puntos será objeto de una entrada en este blog.
Las
medidas de radiación ambiente que se describen se han obtenido con un detector Geiger multipropósito
PM1405, mientras que las medidas de
radón se han obtenido utilizando un detector profesional Rstone Pro. Las medidas que pueden obtenerse con detectores muy
básicos (y baratos) como los Safety Siren
Pro Series 3 (que puede conseguirse en eBay.com con un adaptador para
220V), no se proporcionan en este blog debido a su imprecisión (un 20% o 1
pCi/L, lo que sea mayor). Estos detectores, que por otro lado funcionan
bastante bien y dentro de las especificaciones del fabricante, como he
comprobado personalmente, permiten solamente establecer la existencia de zonas
con alta contaminación por radón, o que por el contrario no requieran de
medidas precautorias. Para medidas con una cierta precisión es necesario un
detector profesional.
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