Limitación de Responsabilidad

Los resultados analiticos descritos en este blog se han obtenido siguiendo estándares científicos aplicados con el máximo rigor posible, utilizando materiales y equipos profesionales o semiprofesionales. Sin embargo, dado que el laboratorio no está certificado, los resultados obtenidos deben ser considerados como indicativos.

Radiación recibida en vuelos de avión



La radiación ambiental media medida por el CSN para cada región, se entiende válida a nivel del suelo o a una altura no muy elevada. Parte de la radiación ambiente es debida a los rayos cósmicos procedentes, principalmente, del centro de nuestra galaxia, que atraviesan la atmósfera y son parcialmente detenidos por ella. Al aumentar la altitud, disminuye la capa de atmósfera y su efecto de pantalla, por lo que aumenta la radiación ambiente. Este efecto es muy acusado en los vuelos de avión, debido a que se alcanzan alturas de 10.000 metros o más. Ello a pesar de que el metal del fuselaje protege bastante a los pasajeros y tripulación.

La dosis de radiación recibida dependerá de la altura, del tiempo de vuelo y de la latitud (es mayor en los polos que en el Ecuador) así como de la actividad solar y la época del año. Hay varias WWW muy interesantes al respecto. Para un resumen rápido, puede consultarse la del sistema Sievert. He efectuado medidas de radiación en distintos trayectos con un detector Geiger multipropósito PM1405 como el de la figura.


Los resultados obtenidos se resumen en la siguiente tabla, en micro-Sv/h:


Trayecto (promedio ida y vuelta)
Epoca
Radiación ambiental en origen
Máxima radiación durante el vuelo
Altitud de crucero (km)
Radiación ambiental en destino
Fuera del avión
Dentro del avión
Fuera del avión
Dentro del avión
Madrid – Tenerife
Verano
12-13
0.11±4%
0.06±5%
2.2±1%
10.1
0.11±10%
0.06±5%
Madrid – Munich
Verano
2013
0.11±4%
0.05±7%
2.7±3%
10.7
0.07±5%
0.08±7%
Madrid – Santander
Verano
2013
0.11±4%
0.05±10%
1.0±5%

0.11±4%
0.03±20%
 

No se observa dependencia del apantallamiento de la radiación en tierra con respecto al modelo de avión. Si que se observa una dependencia de la radiación recibida en vuelo con respecto la latitud (latitud media vuelos Madrid – Tenerife de 34º, frente al Madrid – Munich de 44º) y la altitud. En este último sentido hay que señalar que en uno de los trayectos Tenerife – Madrid se voló a una altitud de 11.6 km, obteniéndose un máximo de 2.4±5% micro-Sv/h, significativamente por encima de la media de 2.2 micro-Sv/h a altitudes menores (10 km). El vuelo Madrid – Santander – Madrid se efectuó con un reactor pequeño, en un vuelo corto, que no alcanzó gran altitud, de ahí que se midiera menos de la mitad de la radiación máxima en los otros vuelos.

Como los valores en vuelo son valores máximos, correspondientes a la altitud de crucero (que no siempre proporciona el piloto), no es fácil calcular la dosis total recibida en trayectos tan cortos (unas tres horas en los Madrid - Tenerife y Madrid - Munich, de las que casi 45m corresponden a las maniobras de despegue, aproximación y aterrizaje). Sin embargo, aproximadamente podríamos estimar la dosis total recibida en un vuelo ida y vuelta de unas tres horas en 11 micro-Sv. Si se efectua uno de estos trayectos dos veces a la semana, la dosis recibida en un año sería de 1 mili-Sv, aproximadamente. Una dosis menor a la recibida en un TAC de la cabeza.

Estos datos se irán completando con medidas obtenidas en otros trayectos y también en los mismos trayectos pero en otras épocas del año y distinto ciclo de actividad solar.


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